Occupy BMV: «Seguir la lucha desde la movilización»

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Fotografía y texto: Lucía Vergara

Decenas de jóvenes acudieron al llamado del 15O, donde más de 900 ciudades fueron punto de reunión para protestar frente a la crisis económica que impera a nivel mundial. Hoy después de más de cien días, la Occupy de la Bolsa Mexicana de Valores decidió retirarse. Sin embargo: “Las casas de campaña se guardarán, pero la lucha no acaba”, anunciaron a través de las redes sociales.

La razón por la cual escogieron instalarse frente a la Bolsa Mexicana de Valores, edificada en 1991, fue debido a que además de ser la segunda bolsa de valores más importante de América Latina, la BMV es la encargada de proveer la tecnología, los sistemas y las reglas de autorregulación bajo los cuales funciona el mercado de valores mexicano.

Durante más de tres meses la avenida Paseo de la Reforma se convirtió en un lugar de confluencia en el cual muchos se acercaron por primera vez a un tipo de movimiento social. Un espacio público donde pasan miles de personas a diario sirvió de sede para la realización de mesas redondas, debates, y múltiples eventos culturales que tuvieron como único propósito dar a conocer la gran desigualdad económica así como la falta de oportunidades que existe en el país; “Para que en un futuro pueda reconstruirse el tejido social y frene la destrucción social”, declaró Paola Alcázar integrante del Movimiento Occupy BMV.

Tan sólo hace unos días, la OCD señaló a México como uno de los países con mayor desigualdad salarial y distribución de la riqueza, a la par de países como Chile, Israel, Portugal, Turquía y Estados Unidos, situación que para los activistas se ve diariamente reflejada pero a su vez desconocida por la misma sociedad.

“Uno no cambia de inmediato la situación del país, pero estar informándole a la gente crea un cambio de conciencia. Explicar  la situación que vivimos y hacerles ver que sin importar que ellos usen traje y pertenezcan a un gran corporativo, viven igual de explotados como nosotros y que nuestras exigencias no son tan ajenas a su necesidad de sacar para el pan de cada día”, mencionó  Paola Alcázar, al referirse a los logros obtenidos durante estos últimos tres meses.

Las razones por las que decidieron quitar el campamento permanente fueron porque sintieron la necesidad de trascender más allá del ámbito local, ya que el impacto de acercamiento con muchos ciudadanos aún se queda corto con la problemática general del país.

Los integrantes del movimiento saben que el camino no es tan sencillo, puesto que aunque en un principio apostaron por exigir una estructura económica más sólida en beneficio del 99% de la población, la misma situación del país los llevó a entender que la mayor preocupación entre los mexicanos es el cese de violencia basada en una economía ilegal, como lo es el narcotráfico.

Por su parte, la consultora estadounidense Stratford, advirtió que este año la violencia generada por el narcotráfico tendrá los mismos niveles que el año pasado, por lo que los integrantes de la Occupy BMV no descartan que la gente se vaya sumando a las denuncias de impunidad.

Al término del año 2011, el INEGI registró más de 2.2 millones de personas en desempleo, que aunque fue el más bajo desde el 2008, 29.5 por ciento de éstos, no terminó la secundaria mientras  que los de mayor nivel de instrucción representaron el 70.5 por ciento, reflejado dentro de las principales exigencias de la Occuppy BMV: Desempleo y falta de educación digna, despido injustificado y despojo de tierras.

La decisión que han tomado es el resultado de diferentes proyectos que nacieron a partir del contacto con otros movimientos sociales, como el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, el extinto Sindicato Mexicano de Electricistas, el Movimiento de Liberación Nacional y el de Jóvenes Ante la Emergencia Nacional, así como el acercamiento que tuvieron con miles de ciudadanos.

Aunque este movimiento fue integrado en su mayoría por jóvenes, Alexis Jiménez integrante de la Occupy BMV y estudiante de Antropología Social, considera que su obligación nace a partir de la necesidad de denunciar sin importar edad ni condición social, que no existen los mismos derechos: “Es mi obligación como mexicano trabajar en conjunto porque éste no es el país en el que quisiéramos vivir”. Por ello, aunque anunciaron el retiramiento de las casas de campaña, recalcaron que las movilizaciones no cesarán.

Próximas acciones:

Paola Alcázar, anunció que durante los próximos meses trabajarán en distintas brigadas populares a comunidades de otros estados de la República para visibilizar las luchas sociales de todo el país. A su vez, seguirán trabajando en reuniones semanales y protestas en conjunto.

También trabajarán para crear un comedor popular que funcionará como fuente de trabajo de jóvenes para jóvenes y que de esta forma pueda servir como una ayuda temporal para aquellos que estén desempleados.

Dentro de sus movilizaciones seguirán invitando a la sociedad a participar de forma política que no implique únicamente mítines o protestas sino también la participación ciudadana principalmente a través de eventos culturales: “Actitudes más reales y verdaderas a lo que acontece en México” agregó Alexis Jiménez.

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Publicado el 26 enero, 2012 en Crónica, Perfil. Añade a favoritos el enlace permanente. Deja un comentario.

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